"Es más rápido, más corpulento, más fuerte y más guapo que yo!». Era la temporada 2007-2008 y el entrenador de un triunfante Blackburn Rovers, Mark Hugues, resumía a la perfección los apelativos que definían la trayectoria de su jugador franquicia, Roque Santa Cruz. Corrían buenos tiempos en Ewood Park y no era cuestión de que el galés se acordara del otro aspecto que ha marcado la carrera del guaraní: las lesiones.

Roque Luis Santa Cruz (1981) nació en Asunción y se crió en el seno de una familia sencilla, en la villa policial Ñu Guazú de la ciudad de Luque. A los nueve años ingresó en las categorías inferiores del Club Olimpia, a pesar de que su padre es fanático del máximo rival, Cerro Porteño. Pronto destacó por su corpulencia y olfato goleador. No en vano, debutó con El Decano en la máxima categoría nacional con 16 años y al llegar a la mayoría de edad ya era elegido Mejor Jugador del Torneo guaraní.

Con estas credenciales, el Bayern de Múnich decidió ficharlo. «Se fue demasiado joven», explican muchos analistas para justificar su falta de continuidad en las ocho temporadas en el equipo bávaro. El mismo ha llegado a decir que en muchos casos «no estoy seguro de que fichar jugadores sudamericanos tan jóvenes sea lo mejor». Santa Cruz se adaptó al fútbol europeo a base de observar desde el banquillo. Ahí pudo aprender de estrategas de la talla de Effenberg o Matthäus y de cazagoles como Giovane Elber. La continuidad, tan necesaria en un jugador que basa su juego en su físico, ha brillado por su ausencia en toda su carrera, situación que no le ha privado de convertirse en el mejor delantero paraguayo de las dos últimas décadas.

Además, su estancia en Alemania le sirvió para granjearse la fama de ser un jugador sexy -un grupo local le dedicó la canción Ich Roque (Yo, Roque), que ironizaba sobre el poderío futbolístico y corporal del guaraní-, que cristalizó en la elección como jugador más guapo del Mundial 2006 de Alemania. Aún le quedaba una temporada más en tierras bávaras hasta que el Blackburn Rovers le fichó para la temporada 2007-2008. Fue el gran líder del equipo, marcando 19 goles y situándose en la cuarta posición de la tabla de anotadores de la Premier. Fernando Torres le privó de ser designado el mejor fichaje de la temporada.

Varios equipos de postín se plantearon ficharle, aunque con dudas. Por un lado, parecía que Santa Cruz despuntaba. Pero por otro, su pasado en Múnich y sus muchas lesiones jugaban en su contra. De hecho, en la temporada 2008-2009, sus rodillas le apartaron varios meses de los terrenos de juego. Aún así, Mark Hugues, su ex-entrenador en los Rovers, le ficharía el 22 de junio del pasado año para su equipo, el Manchester City. De nuevo las lesiones y la dura competencia de Adevayor y Tévez, le han postrado al banquillo. Aunque dice sentirse de maravilla en la Premier, de nuevo buscará en la selección guaraní el bálsamo de Fierabrás que cure todos sus pesares futbolísticos.