El disgusto que se llevó hace unas semanas Milovan Rajevac, el seleccionador serbio del equipo de Ghana fue mayúsculo. Su gran estrella, el jugador del Chelsea Michael Essien iba a ser baja en la lista para el Mundial por no haberse recuperado a tiempo de la lesión que prácticamente le ha tenido apartado de su equipo de club, y de la selección, casi toda la temporada.

Pero a las penas, puñaladas, debió pensar el técnico serbio si es que conoce algo del refranero español. Porque a rey muerto, rey puesto. Y a Essien le sustituye como gran figura emblemática del equipo su compañero Sulleyman Ali Muntari, un jugador quizás no tan carismático como su colega pero que ahora mismo está en el cénit de su popularidad, no en balde ha conseguido esta temporada de 2009-10 algo que no está al alcance de muchos futbolistas: lograr de una tacada los tres títulos más importantes del año futbolístico: la Liga, la Copa y la Liga de Campeones.

Pues bien, todo eso lo ha acumulado Muntari en el corto espacio de un mes. Los tres títulos le han llegado vistiendo la camisera negriazul del Inter de Milán de la mano del que ha sido considerado el mejor entrenador del mundo en estos momentos: el nuevo técnico del Real Madrid, el portugués Jose Mourinho.

Primero cayó la Copa de Italia; semanas después el Inter se hizo con el "scudetto' por tercer año consecutivo y la guinda la puso la Copa de Europa, la Liga de Campeones, que el Inter conquistó en el estadio santiago Bernabéu de Madrid ante el Bayern de Munich.

Y en todos esos títulos ha estado presente, con mayor o menor participación, el ghanés Sulleyman Ali Muntari, un hombre de Mourinho, que no dudó en pagar 17 millones de euros por él al Portsmouth, el técnico portugués conocía perfectamente a Muntari de cuando ambos coincidieron en la 'Premier League' (el jugador en el Portsmouth y el entrenador en el Chelsea) y se lo quiso llevar al Inter cuando hace dos temporadas fichó por el club de San Siro.

Centrocampista de banda izquierda

Muntari es uno de los fijos en el centro del campo de la selección de Ghana. Esa tripleta del centro del campo -conocida por las siglas SMS por los nombres de pila de Stephen Appiah, Michael Essien y Sulleyman Muntari-, que es en la que se basa todo el juego ofensivo de Ghana, quedaba rota por el centro por la baja de Essien.

Pero el equipo de las "Estrellas Negras" -apelativo con el que se le conoce en África sigue teniendo intacto su poderío por las bandas, sobre todo por la izquierda, que es por donde se desenvuelve Muntari. Un jugador rápido y tremendamente vertical, que busca siempre el gol en segunda jugada o aprovechando los rechaces en corto de la defensas contrarias para ejercitar su excelente disparo desde fuera del área. De ahí que lleve ya quince goles con la selección de su país en los 52 partidos que ha vestido la camiseta blanca del equipo ghanés. Suele tener tendencia a irse hacia el centro cuando tiene el balón controlado, pero su amplia gama de recursos le hace ser un jugador impredecible e inesperado. Nunca se sabe por dónde va a salir, para desesperación de las defensas contrarias que no saben cómo esperarle.

No cabe duda de que la ausencia definitiva de Essien ha sido un duro golpe para Ghana, pero a la vez supone una excelente oportunidad para Muntari, que se va a convertir en la figura de las 'Estrellas Negras' y que a buen seguro que eclipsará a su compañero.