Mundial Sudáfrica 2010

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Landon Donovan

Landon Donovan

Edad:
28
Fecha de nacimiento:
04/03/1982
Estatura y peso:
1.73m 66 kg
Demarcación:
Delantero
Club:
Everton
Número internacionalidades:
125
Velocidad 7/10
Regate 6/10
Remate 9/10
Visión de juego 7/10
Estadísticas en el mundial
Partidos jugados:
4
Partidos titular:
4
Partidos suplente:
0
Minutos:
379
Goles:
3
Goles penalti:
1
Asistencias:
10
Tarjetas amarillas:
0
Tarjetas rojas:
0
posición de Landon Donovan

el análisis

Con las barras y estrellas a sus espaldas

Su control preciso de balón, velocidad explosiva y fenomenal visión de juego le permiten jugar cómodo en cualquier posición del medio campo o como segunda punta, anotando goles y repartiendo asistencias por igual

Donovan ha logrado, por fin, responder a las expectativas que en Europa se tenían hacia él. / Archivo Donovan ha logrado, por fin, responder a las expectativas que en Europa se tenían hacia él. / Archivo
por José María Gutiérrez

Nacido en las cálidas tierras californianas allá por 1982, el que es una de las principales estrellas de la selección estadounidense acabó en el fútbol casi por accidente. De niño y adolescente practicó muchos deportes y fue invitado a asistir al taller de capacitación olímpica debido a su habilidad en varias disciplinas, especialmente la gimnasia.

Todo un chico modélico del que presumían sus padres Timothy Donovan y Donna Kenney-Cash. Pero fue el fútbol, entonces en plena campaña de expansión por la celebración en EEUU del Mundial de 1994, quien captó a Landon Donovan. Fue invitado a la clase inaugural de la Federación de Fútbol de los Estados Unidos en el programa de residencia Bradenton, en Florida, donde coincidió con algunos de sus actuales compañeros de selección como Oguchi Onyewu y DaMarcus Beasley.

Y ya no hubo marcha atrás porque el soccer -como se conoce al deporte rey en el país de las barras y estrellas- tampoco tiene secretos para este chico hábil e inteligente, nacido sin duda para la práctica del deporte y sin cuya historia no se entendería la actualidad del fútbol norteamericano, que confía en él para hacerse notar en el Mundial de Sudáfrica.

Donovan, dotado de una técnica sin par y de una especial puntería ante la portería rival, fue premiado con el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial Sub-17 de Nueva Zelanda en 1999. Poco después lo convocaron por primera vez para la selección absoluta de Estados Unidos, donde ha acumulado más de 100 partidos internacionales y se ha convertido en el máximo goleador histórico de su país, además de capitán ocasional. No está mal a sus 28 años. Su control preciso de balón, velocidad explosiva y fenomenal visión de juego le permiten jugar cómodo en cualquier posición del medio campo o como segunda punta, anotando goles y repartiendo asistencias por igual.

El de Sudáfrica será su tercer Mundial tras el éxito del de Corea y Japón de 2002, donde EE UU llegó a cuartos y él fue protagonista anotando dos goles y siendo elegido mejor jugador joven del campeonato; y el chasco del de Alemania en 2006, cuando su selección no fue capaz de superar la primera fase.

El precedente de la Copa Confederaciones del pasado año en Sudáfrica hace ser optimista a los aficionados, ya que el equipo liderado por Landon Donovan perdió la final contra Brasil por 2-3 tras superar la primera fase y eliminar de forma sorprendente a España en semifinales (2-0). Ahora, se enfrentará en la primera fase a Inglaterra, Argelia y Eslovenia.

Mala experiencia europea

En la cita mundialista de este verano, Donovan se echará de nuevo a sus espaldas a un equipo irregular, tal y como lleva haciendo toda su carrera en EE UU con esa tremenda personalidad competitiva que le caracteriza pero que le ha costado demostrar más allá de sus fronteras. Y es que si se puede calificar de sobresaliente su trayectoria en el cuadro nacional y en la Major League Soccer (MLS), no merece la misma nota sus diversas experiencias europeas. 

Fue uno de los jugadores estadounidenses más jóvenes en firmar un contrato con un club extranjero, cuando aceptó unirse a las filas del Bayer Leverkusen alemán en 1999, con apenas 17 años. Tras una temporada en el segundo equipo del club alemán, la presión y la competitividad de la Bundelisga hicieron que Donovan fuera cedido en préstamo al Earthquakes de San José del otro lado del Atlántico, con objeto de permitirle adquirir más experiencia en el familiar entorno de su estado natal, California.

En casa todo cambió: en 2001, en su primera temporada con los Earthquakes, condujo a este modesto equipo hasta el primer campeonato liguero de su historia; en 2003, fue elegido mejor jugador de la liga tras guiarlo de nuevo a su segundo título de la MLS. Este éxito movió al Leverkusen a reclamar sus servicios en 2004 para realizar un nuevo ensayo en la Bundesliga, pero su segunda estancia fue aún peor y sólo duró tres meses, pues Donovan no tardó en expresar su malestar general y su deseo de jugar en Estados Unidos.

Cruzó de nuevo el charco con las dudas en torno a su rendimiento en ligas más competitivas para fichar por los Galaxy de Los Ángeles, el club más famoso de EE UU, y firmar el entonces contrato mejor remunerado de la Major League Soccer. El que ya ha sido hasta cinco veces proclamado Jugador Estadounidense del Año no defraudó a los hinchas del club californiano, que gracias a su estímulo se ciñó la corona en 2005 aunque las últimas temporadas se ha visto lejos de la lucha por el campeonato pese a seducir a estrellas como David Beckham, con quien Donovan ha tenido varios enfrentamientos públicos al reclamar al inglés mayor rendimiento y compromiso con el equipo. No se calla. Personalidad está claro que no le falta a nuestro protagonista. Y constancia, tampoco. Fueron dos de las características que más le insistieron sus padres Timothy y Donna cuando Landon era tan extremadamente precoz y brillante en todo.

Tenía la espina clavada del fútbol europeo y ha dedicado los dos últimos inviernos, cuando la MLS descansa, a saldar deudas pendientes y a mejorar su competitividad en vez de a irse de vacaciones. Los primeros meses de 2009 los jugó cedido en el Bayern de Munich, donde cambió por completo la imagen que se recordaba de él en Alemania y firmó minutos brillantes. Y en este 2010, fichó por tres meses por el Everton, convirtiéndose en uno de los jugadores preferidos de la hinchada del histórico club inglés, que hizo lo imposible por retenerle más tiempo. Donovan demuestra que también ha sabido crecer con los años y aprender de la experiencia, lo que unido a sus innatas cualidades físicas y técnicas, hacen de él un jugador 10.

Llega a Sudáfrica en plena forma. Ahora sólo le queda tapar las bocas a quienes lo acusan de 'desaparecer' en los momentos decisivos de los partidos cruciales.  El que es uno de los mejores futbolistas estadounidenses de todos los tiempos tendrá respuesta para ellos: dentro del campo, con asistencias y goles, y quizás también fuera.

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