Mundial Sudáfrica 2010

HOLANDA 0 - ESPAÑA 1

Reyes del mundo

Un gol en los últimos minutos de la prórroga otorga a la selección española el campeonato del mundo tras un encuentro vibrante en el que los neerlandeses han vendido cara su derrota
Comparte esta noticia »
Andrés Iniesta ha dedicado su tanto a Dani Jarque, fallecido en 2009./ Foto: Reuters | Vídeo: Atlas
Holanda
0
España
1

Ficha técnica:

Holanda: Stekelenburg, Van der Wiel, Heitinga, Mathijsen, Gio (Braafheid, min. 104), Van Bommel, De Jong (Van der Vaart, min. 99), Robben, Sneijder, Kuyt (Elia, min. 70) y Van Persie.

España: Casillas, Sergio Ramos, Piqué, Puyol, Capdevila, Sergio Busquets, Xabi Alonso (Cesc, min. 86), Pedro (Jesús Navas, min. 60), Xavi, Iniesta y Villa (Torres, min. 105).

Gol: 0-1. Minuto 116. Iniesta cruza con la derecha tras recibir de Cesc.

Árbitro: Howard Webb (Inglaterra). Tarjetas amarillas a Van Persie, Puyol, Van Bommel, Sergio Ramos, De Jong, Gio, Capdevila, Robben, Van der Wiel, Mathijsen, Iniesta y Xavi; y a Heitinga, en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 109.

Incidencias: Final del Mundial de Sudáfrica 2010. Estadio Soccer City de Johannesburgo. 84.000 espectadores. La Reina Sofía presidió el palco, junto a los Príncipes de Asturias, y el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, entre otras personalidades.




Jon Agiriano, enviado especial - 11/07/2010

El fútbol fue justo esta vez y coronó a España campeona del mundo. Un gol de Andrés Iniesta en la segunda parte de la prórroga, a cuatro minutos del final, cuando en el Soccer City de Johannesburgo ya brillaba el filo de la guadaña de los penaltis, premió a la selección española, que hizo historia con mayúsculas.

Sólo Alemania y Francia habían logrado la proeza de conquistar la Eurocopa y el Mundial de forma consecutiva. El hito, renovado al cabo de tantos años, habla por sí solo de la grandeza de una sensacional generación de futbolistas españoles, a la altura de las más grandes de todas las épocas. España se mereció el título. Nadie puede ponerlo en duda. Y muchos menos los holandeses, que jugaron sus bazas, sí, pero ensuciando este juego. No podía ser campeona del mundo esta Holanda sin haberlo sido la de Johan Cruyff. Por pura justicia poética.

España entró en la final con convicción, sin mirar atrás, tocando y buscando las incorporaciones de Sergio Ramos por la banda derecha. Durante los doce primeros minutos, el equipo de Vicente del Bosque ofreció su mejor versión. Desorientada, Holanda pareció muy poca cosa y el 1-0 se vio muy cerca. Lo tuvo el lateral derecho del Real Madrid en dos ocasiones y Villa en una volea que se le fue al lateral de la red. Los 'oranje', sin embargo, tienen oficio y decidieron que aquello no podía seguir así. Necesitaban romper el ritmo de España, que era como decir el ritmo del partido.

Necesitaban que no se jugara al fútbol en el Soccer City y se aplicaron a conciencia. Comenzó entonces un festival de patadas que contó con la inexplicable permisividad de Howard Webb. El árbitro inglés ya había perdonado a Van Persie una amarilla de libro nada más comenzar el partido, de modo que le sacó en el minuto 14 hubiera sido la roja.

No estaba Webb para líos y su irresponsabilidad acabó condicionado la final. España no conseguía regresar al partido. Le fallaban las principales conexiones. Xavi no acababa de darle al carrete. Iniesta sufría con Van der Wiel, Pedro alternaba luces y sombras, y Villa no encontraba apoyos en su pelea con Heitinga y Mathijsen. Holanda paraba el juego una y otra vez mientras el árbitro hacía el don Tancredo. Que Van Bommel y De Jong, éste último con una patada escalofriante al pecho de Xabi Alonso que, además, abortó una buena ocasión de gol, no se fueran a la ducha fue un bochorno para el fútbol. O mejor dicho: para los prebostes de la FIFA que designaron al trencilla inglés para la final.

La dureza de los neerlandeses

El partido se ensombreció para 'La Roja', incómoda en esa refriega tan áspera. Todo lo contrario que Holanda, a la que le estaban dejando jugar el partido que quería, tenso, sin ritmo, agrio. Y antideportivo. Ni en las devoluciones de balón tuvieron un mínimo de grandeza los pupilos de Bert Van Marwijk, que por momentos parecieron una versión de la Italia más ceñuda. Nada que ver, desde luego, con el estilo clásico de un país que ama el fútbol como pocos. Ahora bien, ese juego de sicarios le sirvió para asomar la cabeza y que España terminara sufriendo un par de llegadas peligrosas a la portería de Casillas. La peor, ya en el descuento, un disparo de Robben que el capitán español desvió bien a córner.

El jugador del Bayern no había aparecido en exceso durante la primera mitad, lo mismo que Sneijder, bien vigilado por Xabi Alonso y Busquets. Eso sí, cuando se activó la conexión entre ambos, España sufrió un escalofrío monumental. Fue en el minuto 62.

Sneijder se encontró con un balón largo y, sin mirar, dejó a Robben sólo frente a Casillas, que la sacó con la pierna, aguantando el tiro como sólo él sabe hacerlo. España tembló, pero se rehizo y volvió a controlar el juego. El equipo buscaba Navas, que había entrado por Pedro, y comenzó a tener profundidad. Del Bosque había vuelto a acertar con los cambios. El problema es que su tropa no acababa de dar la última puntada, lo mismo que en los partidos anteriores. La falta de pegada ha sido una cruz para España a lo largo de todo el Mundial. Villa tuvo cerca el 1-0 en el minuto 70 y, poco después, Sergio Ramos perdonó una ocasión clamorosa, solo de cabeza en el borde del área pequeña.

La prórroga acabó llegando y la final se convirtió en lo que no quería España, un cara y cruz. Es cierto que la Roja controlaba el balón, pero eso era algo con lo que contaba Holanda, cuya vida estaba en los contragolpes, sobre todo en Robben, que a diez minutos se había enredado malamente en una segunda galopada en solitario hacia Casillas. El mejor ejemplo de que la moneda estaban en al aire fueron las ocasiones, casi seguidas, de Cesc, que había entrado por Xabi Alonso en el minuto 85, y Mathijsen. La del jugador del Arsenal, eso sí, fue como para temerse lo peor. ¿Era imposible marcar un gol? Pues no. España siguió a lo suyo, buscando la portería de Stekelenburg y en una de sus aproximaciones, ya mediada la segunda parte de la prórroga, Heitinga acabó viendo la segunda amarilla. Con más espacios, 'La Roja' tiró a degüello y llegó el gol de la victoria, obra de Iniesta . Así se escribe la historia.

CerrarEnvía la noticia

Rellena los siguientes campos para enviar esta información a otras personas.

* campos obligatorios
Cerrar Rectificar la noticia

Rellene todos los campos con sus datos.

* campos obligatorios
| Comparte esta noticia »
Opina

* campos obligatorios


Listado de Comentarios

hoy destacamos

Iniesta

Iniesta

Medio - 26 años

por José Manuel Sánchez

El centrocampista del Barcelona es el ejemplo del buen dominio del balón sin florituras, ni excesivos regates, ni elementos insustanciales

calendario

1ª fase
16 junio España España 0 Suiza Suiza 1 Telecinco Canal plus Liga
21 junio España España 2 Honduras Honduras 0 Telecinco Canal plus Liga
25 junio Chile Chile 1 España España 2 Telecinco Canal plus Liga
Octavos de final
29 junio España España 1 Portugal Portugal 0 Telecinco Canal plus Liga
Cuartos de final
03 julio Paraguay Paraguay 0 España España 1 Telecinco Canal plus Liga
Semifinal
07 julio Alemania Alemania 0 España España 1 Telecinco Canal plus Liga
Final
11 julio Holanda Holanda 0 España España 1 Telecinco Canal plus Liga

últimas noticias

rss