Bastian Schweinsteiger comenzó a calentar un duelo que ya tiene bastantes calorías y lo hizo acusando a los argentinos de ser unos "provocadores", un guante que no recogieron en la albiceleste, donde Javier Pastore, el único que habló, no quiso contestar al germano. "Sabemos cómo son los argentinos, su comportamiento, como hacen teatro para tratar de influir en el árbitro. Es una falta al respeto", afirmó por la mañana el jugador del Bayern en su concentración cerca de Pretoria.

Por la tarde respondió Pastore desde la capital administrativa de Sudáfrica para decirle a Schweinsteiger que se ocupe de su equipo. También el seleccionador germano se refirió a sus rivales aunque con términos elogiosos. Joachim Löw consideró a la albiceleste como "la favorita" para ganar el Mundial, pero avisó de que han detectado que son "vulnerables" y que analizan los puntos débiles detectados para explotarlos en el Green Point de Ciudad del Cabo el próximo sábado.Diego Maradona no habló. Se reserva para el viernes, cuando tiene previsto ofrecer su primera comparecencia de prensa previa a un partido fuera de Pretoria, una ciudad que considera un talismán.

El seleccionador argentino ha hecho todo lo posible para dirigirse a los medios en esa ciudad, pero esta vez la FIFA, que se lo permitió en la primera fase y durante los octavos de final, fue inflexible y el técnico hablará en Ciudad del Cabo.Entretanto, Maradona sigue preparando el duelo con normalidad. Se plantea introducir algún cambio, pero nada ha trascendido de lo que pasa por su mente.Del entrenamiento puede deducirse que el seleccionador no cierra ninguna puerta. 

Un viejo conocido

Todos son potenciales titulares a tenor de la práctica en la que en medio campo enfrentó a dos formaciones, con supuestos titulares en ambas.Se vio a Walter Samuel, que parece restablecido de sus problemas musculares, aunque no tiene asegurada la titularidad a tenor del buen comportamiento que está teniendo Nicolás Burdisso.Ante Alemania, la selección de más peso que va a encontrar Argentina en lo que va de Mundial, Maradona puede plantearse reforzar su centro del campo aunque eso signifique perder algo de la contundencia ofensiva que ha cubierto de alabanzas a la albiceleste.La reflexión continúa a tres días del encuentro.

El seleccionador querrá aprovechar el mayor periodo si partido que tendrá en Sudáfrica desde que comenzó la competición.Quedan tres escalones para el título y los argentinos saben que ahora no se puede regalar nada.Los cuartos de final se atragantan desde 1990 y la última vez fueron víctimas de Alemania en una fatídica tanda de penaltis donde el portero germano Jens Lehmann fue más astuto que el albiceleste Leo Franco.En Argentina nadie quiere llegar a la tanda fatídica. "Quiera Dios que no lleguemos", afirmó el portero suplente Diego Pozo.El referente es el Mundial del 86, la última victoria argentina en la competición. En el banquillo estaba entonces Carlos Bilardo, que actualmente es director de selecciones y que participa de la concentración argentina."Hay mucho del Mundial del 86 en este grupo", afirmó a medios argentinos.