
El partido que te hace campeón
No voy a negar que la derrota ante Suiza ha chafado un poco mis ilusiones, me imagino que como al resto de los españoles. Las expectativas eran muy altas y este resultado a las primeras de cambio sienta como un jarro de agua fría. Pero es ahora cuando conviene templar los ánimos.
Ni antes éramos tan favoritos, ni ahora somos los últimos de la fila. Es más, yo diría que éste puede ser el empujón definitivo para que España de un golpe en la mesa y presente sus credenciales a un título con el que soñamos todos. Esto nos hará despertar. Honduras y Chile pagarán los platos rotos. Fútbol, por lo visto hoy, nos sobra nos sobra para ello.
Claro que antes habrá que mejorar algunos aspectos en los que fallamos ante los suizos. Es cierto que el control del balón volvió a ser apabullante, como suele ser costumbre en España, pero adolecimos de pegada. Nos faltó un punto más de velocidad en los últimos metros para encontrar el gol. Ahí necesitamos poner el acento. El control de la pelota por sí solo no nos garantiza nada. El ejemplo claro fue la primera parte, donde a mi juicio pudimos prescindir de un centrocampista y ganar un delantero viendo las pocas intenciones de Suiza.
De hecho, España mejoró con la entrada de Torres y Navas, sobre todo la de éste último. Con él en el campo, la selección redobló sus opciones y sólo la excelente defensa de los suizos evitó nuestro empate. Aunque conviene no desmerecer el buen trabajo de los suizos para entender el partido. Su rigor táctico y su excelente planteamiento defensivo fueron definitivos para sacar petróleo ante España. Y sí, a todo esto hay que sumarle la fortuna en el gol, pero esto forma parte del juego. España ya sabe que sin suerte no va a ninguna suerte, pero le sobra fútbol para enmendar un error a todas luces enmendable. No decaigamos.
Opina

El gran central del Aston Villa realiza su particular análisis. Sus focos principales de opinión: España e Inglaterra. Aficionado a internet, cuenta con su propia web: www.cuellar24.com