Elecciones 2008 - 9 de Marzo

elecciones 2008

Carta al Sr. Presidente

Rte:

OLEGARIO GONZÁLEZ

Trabajar juntos

El autor anima al próximo presidente a llevar ilusión a los ciudadanos, implicarlos en un proyecto común compatible con la diversidad y comprometerlos con el valor del trabajo honrado frente al prestigio efímero

Señor presidente: Permítame que antes de presentarle mis deseos le felicite por el honor que supone haber recibido la confianza de los ciudadanos para dirigir esta gran nación que es España. Honor y responsabilidad a los que tengo la seguridad de que va a responder con la nobleza y dignidad equivalentes.

He aquí el decálogo de mis esperanzas:

1. Que ofrezca usted un proyecto apto para engendrar ilusión entre los ciudadanos con el gozo de pertenecer a una nación que tiene una historia humana y espiritualmente tan rica, capaz de hacernos mirar al futuro con esperanza. Se honra a los hombres ofreciéndoles lo inmediato y lo que los sobrepasa.

2. Que su Gobierno muestre con hechos que la justicia es el criterio que dirige todas sus decisiones, por una clara diferenciación de los tres poderes, con el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos por los jueces, mediante una reforma que los haga realmente independientes del poder político.

3. Que otorgue a la educación el lugar que le corresponde como palanca de la libertad del individuo para el cultivo de los valores humanos fundamentales, la creación de verdad y de belleza, la investigación científica y las iniciativas técnicas. Para ello hay que devolver a los profesores y educadores la confianza, la defensa y la dignidad necesarias para poder cumplir serenamente su misión, y objetivar los programas educativos, sustrayéndolos a la utilización política.

4. Que haga una propuesta de fines y medios comunes a todos, que nos animen a trabajar juntos desde las diferencias geográficas e ideológicas, políticas y religiosas, ya que si no se cultivan unos elementos de unidad no se puede mantener la cohesión y la colaboración entre todos los españoles. El pluralismo es un polo de la vida social, que sólo es fecundo si se cultiva el otro polo, que es la unidad. La grandeza de una misión como la suya consiste, ante todo, en unir a los españoles.
5. Que vuelva la mirada a toda la historia de España para integrar toda la riqueza y variedad de sus genios, escritores, santos y héroes, a la luz de los cuales todos tengamos ejemplares de vida, animándonos a revivir su valor y nobleza, su santidad y servicio.

6. Que se reconozcan el carácter inviolable de la persona, de la familia, de las instituciones, en las que los ciudadanos vean apoyada su dignidad, mostrándoles que lo esencial es el trabajo real y honrado; que de verdad somos todos iguales ante la ley, para que no se impongan el poder, el dinero fácil o el prestigio efímero creados por poderes económicos, políticos o informativos, sino el trabajo, la honradez y la verdad.

7. Que prevalezcan la igualdad y la solidaridad entre grupos humanos, regiones, cuerpos sociales, y que no sea el favor, el dinero, la permanencia en el poder o el miedo a perderlo los que dirijan sus acciones, sino la atención a quienes más lo necesitan (pobres, áreas marginadas, emigrantes...). Sólo así reinará verdadera libertad.

8. Que mida sus proyectos en comparación con las grandes naciones, que nos ofrecen ejemplo de confianza en sí mismas, de cultivo gozoso de sus valores nacionales, ya que sin arraigo en una historia, procedencia y pertenencia no se tiene capacidad de mirada universal y acogedora de los demás en su propia identidad y diferencia. Aquí lo nacional y lo universal van unidos.

9. Que pacte con los demás partidos las cuestiones de Estado, para que éstas no cambien en cada legislatura. Son la política exterior, la educación y la estructura de la nación fijada por la Constitución, mostrando con los hechos que se mantiene fiel a ella y que no se violan sus intenciones y contenidos por rodeos legislativos.

10. Que su Gobierno sirva al hombre en todas sus dimensiones como persona, imagen de Dios y prójimo de sus hermanos, ofreciéndole construir una ciudadela moral y no sólo política, con proyectos realistas pero a la vez de largo aliento y no sólo trabajando para asegurarse la permanencia en el poder con las próximas elecciones. Porque el ser humano necesita tanto las grandes metas como las soluciones a sus problemas de cada día.

Con mi agradecimiento anticipado y los mejores deseos.

Atentamente.

Olegario González de Cardedal
Teólogo