Elecciones 2008 - 9 de Marzo

elecciones 2008

Carta al Sr. Presidente

Rte:

JULIA NAVARRO

La suerte de todos

Estimado presidente: Lo que más me gustaría es que aplique el sentido común a todo lo que haga. Sé que esto es lo que parece más fácil, pero verá: llevo tantos años analizando y escribiendo sobre la política de nuestro país que le aseguro que pedir sentido común no es ninguna 'outade'.

No estaría de más que una de sus primeras preocupaciones fuera la sanidad pública. Nuestro país tiene uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, pero ¿por cuánto tiempo? Hace unos meses los médicos de atención primaria pedían a la Administración algo tan elemental como poder dedicar al menos diez minutos a cada paciente. ¡Diez minutos! Me dirá que eso sucede en algunas comunidades autónomas, que en otras los médicos no tienen ese problema. Puede ser, pero reconocerá que algo funciona mal si los propios médicos solicitan un tiempo mínimo para los pacientes. ¿Sabe lo que me preocupa? Que, unos por otros, terminen privatizando la sanidad por la puerta de atrás, porque eso de ceder la gestión de los hospitales a fundaciones y entidades privadas para los que la salud es sólo un negocio me parece un paso atrás en el Estado del Bienestar. Como veo un despropósito que los médicos jóvenes tengan que emigrar a otros países porque aquí se les paga una miseria, amén de que para hacer el ansiado MIR les coloquen tantos obstáculos como si de una pista americana se tratase. Y no me quiero olvidar de enfermeras o farmacéuticos.

Pero aún hay más. La educación, otro de los pilares del Estado del Bienestar, no atraviesa su mejor momento. Ahí está el Informe PISA, y los maestros y profesores se han convertido en héroes con los nervios destrozados por falta de medios en escuelas e institutos. Sí, ya sé que me puede citar unos cuantos colegios públicos que funcionan estupendamente; pero yo le puedo acompañar a unas cuantas docenas de centros donde los profesores le pueden contar los problemas reales, y cómo muchos de ellos tienen que tomar ansiolíticos para poder desempeñar su labor. Si usted fuera capaz de abordar estos dos problemas y resolverlos eficazmente, ya me parecería que la legislatura estaría más que justificada.

Puestos a pedir, le reclamaría que sea capaz de fomentar un clima de armonía y respeto entre todas las fuerzas políticas que evite a los ciudadanos vivir en permanente convulsión. También me gustaría que nos trate como adultos, que no haga nada a nuestras espaldas por esa peculiar teoría de la mayoría de los políticos de que hay cosas que se hacen por el bien común pero que es mejor que la gente no sepa. No. Haga lo que crea que debe hacer, pero explicándoselo-a los ciudadanos. Le aseguro que no somos tontos. Otra cosa es que usted tema que lo que hace o deja de hacer no guste y eso le pueda restar votos.

La política exterior es capítulo aparte. No estaría de más que intentara que el peso de España en el mundo se correspondiera con nuestra realidad como país. Ni ser los chicos de los recados de EE UU, ni quedarnos fuera de juego. Ya sabe a lo que me refiero.

Y no olvide que debe ser el presidente de todos. Por tanto, debe ser capaz de entenderse con todas las comunidades autónomas y escuchar siempre con respeto a las minorías. Pero sin perder de vista que su obligación es la defensa de los intereses generales, que para estar en La Moncloa no sacrifique esos intereses a cuenta del apoyo coyuntural de unos y otros.

Procure no olvidar que en nuestro país hay muchos pensionistas que tienen que hacer milagros para vivir porque sus pensiones no dan para mucho. Y no me aburra con estadísticas de lo que han ido subiendo las pensiones. Haga el favor de ser más respetuoso con nuestro dinero, con el dinero público, a la hora de gastarlo y atienda a las necesidades de los que menos tienen. Y ¡por favor!, ni un paso atrás en cuestión de derechos y libertades. No quiero abrumarle con más peticiones. Sólo desearle suerte; porque su suerte, si acierta, será en beneficio de todos.

Atentamente.

JULIA NAVARRO
Escritora